El desierto de Atacama, el más árido y no polar del mundo, está ubicado en Chile. Aunque son pocos asentamientos humanos, existen y pobladores para sobrevivir se hicieron inmunes al veneno del agua. Además, los científicos han planteado la posibilidad de que los microorganismos y células de allí provengan de Marte, informa Clarín.
Según el portal N+1, hace siete mil años los habitantes de Atacama no poseían un suministro de agua, y los reservorios tenían altos niveles de arsénico, un elemento químico muy venenoso.

"La contaminación por arsénico excede un microgramo por litro, los niveles más altos en las Américas, y más de 100 veces los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin alternativa para hidratarse, de algún modo los habitantes de la zona sobrevivieron en el área", reseña el portal.
Los científicos teorizan que la selección natural hizo que sus habitantes desarrollaran la capacidad de metabolización del arsénico para garantizar su existencia.
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Un informe de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) de ese país arrojó que el agua de Copiapó, capital de la Región de Atacama, presenta "altos niveles de sulfato, hierro, arsénico, turbiedad y una contaminación" que afectaría a unas 200 personas, publica Biblio Chile.
*Tomado de Actualidad RT
25 de febrero de 2017, 17:02