Una fotógrafa de eventos fue contratada para cubrir la boda de su amigo; pero, desde que llegó al lugar de la recepción, nunca le ofrecieron una silla, una mesa, un vaso de agua y comida, por lo que tomó una decisión que afectará los recuerdos de los recién casados.
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Una fotógrafa aficionada contó a través de Reddit la mala experiencia que vivió cuando se encargó de capturar los momentos más especiales de una pareja de recién casados, pero para ella fue un día que quisiera olvidar.
"Un amigo se casó hace poco y, queriendo ahorrar dinero, me preguntó si sacaría las fotos para ellos. Le dije que en realidad no es mi fuerte, pero me convenció diciendo que no le importaba que fueran perfectas: tenían un presupuesto reducido y acepté fotografiarlo por 250 dólares, que no es nada para un evento de 10 horas", reveló.
El día de la boda, la mujer comenzó a trabajar temprano: acompañó a la novia, que es también su amiga, a todos los eventos previos a la ceremonia para inmortalizarla con la cámara. Después, continuó sacando fotos durante la recepción y el resto de la velada.
"Empecé sobre las 11 de la mañana y debía terminar cerca las 7:30 de la noche. Alrededor de las 5:00 de la tarde, se está sirviendo la comida y me dicen que no puedo parar a comer porque tengo que ser fotógrafa; de hecho, no me han guardado lugar en ninguna mesa. Me estoy cansando y a estas alturas me arrepiento un poco de haber hecho esto por casi nada", escribió a modo de crónica.

Por otro lado, se refirió al "calor increíble" que hacía en ese entonces: "El salón queda en una antigua asociación de veteranos y hace como 43 grados centígrados y no hay aire acondicionado", redactó.
En un momento, se acercó a su amigo y le explicó que quería tomarse 20 minutos de descanso para comer y tomar algo. "Me contestó que tenía que ser la fotógrafa, o irme sin que me pagara", afirmó. Agotada por la situación, ella dijo basta.
"Con el calor, teniendo hambre, estando generalmente molesta por las circunstancias, le pregunté si estaba seguro, y me respondió que sí, así que borré todas las fotos delante de él y me fui diciendo que ya no era su fotógrafa", expresó.
Tras el casamiento, el flamante matrimonio viajó a su luna de miel y ambos desaparecieron de sus redes sociales.
"Mucha gente publicó en su muro de Facebook, preguntando por las fotos de la fiesta: cero respuestas", aseveró la peluquera de profesión y fotógrafa por afición.