Con temperaturas de hasta 44 grados centígrados, varias ciudades argentinas se encuentran desde hace varias horas en alerta roja por una ola de calor extrema, decretada por el Sistema Meteorológico Nacional. Buenos Aires y el conurbado bonarense son las regiones que registran las temperaturas más extremas. Ante esta situación, las autoridades recomiendan beber abundante agua y evitar el ejercicio, permaneciendo en lugares frescos para evitar el efecto de un golpe de calor mortal. Esta situación ha provocado cortes de luz, por el exceso en la demanda de energía eléctrica en los generadores de todo el país.
En Chile, la Navidad trajo consigo más de medio centenar de incendios forestales, siendo los más intensos los de la región de Biobío, a unos 500 kilómetros al sur de Santiago. Otros puntos críticos están en la localidad de Laja y la comuna de Palena, donde según la Oficina Nacional de Emergencia las llamas afectaron más de 728 hectáreas de bosque nativo. Unas 2 mil personas, entre bomberos y brigadistas, trabajan para controlar los focos provocados por las altas temperaturas registradas al inicio del verano austral. Hasta el momento se reportan dos víctimas mortales en Puerto Montt.
En Brasil, 38 personas han fallecido en las últimas horas y otras 30 siguen desaparecidas por las inundaciones y corrimientos de tierra en varias partes del país, según datos de la Defensa Civil de Espíritu Santo, el estado más afectado. Hay aproximadamente unos 50 mil desalojados, por la crecida de ríos y 24 ciudades de Minas Gerais se encuentran en estado de emergencia.
En México se prevé que el viernes 27 se refuerce un frente frío que podría extenderse desde la península de Florida a el Sur del Golfo de México. Ello provocará lluvias intensas en el norte y noreste del país, según el pronóstico de la Comisión Nacional del Agua. Se esperan tormentas fuertes en Campeche, Chiapas, Distrito Federal, Jalisco, Edomex, Nuevo León y otras regiones con vientos de hasta 70 kilómetros hora.
Mientras tanto, en el hemisferio norte, las nevadas extremas han dejado sin luz a miles de personas en Estados Unidos y Canadá. Debido a las tormentas, algunos ciudadanos tuvieron que pasar la Nochebuena en refugios. Las cuadrillas de reparación trabajan día y noche para restablecer el servicio de la energía eléctrica en varias regiones, que van desde los Grandes Lagos a Nueva Inglaterra, pues el viento y la nieve ha dañado los postes eléctricos. A este fenómeno se atribuyen 27 muertes en ambos países, la mayoría de ellos intexicados con monóxido de carbono de los generadores de emergencia.