La magistrada Blanca Stalling explicó que tras la fuga de "La Patrona" de Mariscal Zavala, lugar donde ella guarda prisión, el Ministerio Público (MP) aisló a las reclusas en ese lugar. Esta situación no dejó dormir a la funcionaria y, según detalló ella misma, la enfermó "de los nervios".
Stalling intentó, con estos argumentos, suspender la audiencia de anticipo de prueba en el caso de tráfico de influencias en su contra: "Esta situación es demasiado crítica para mí". La señalada le aseguró al juez que ella no se encuentra bien de salud.
Según la togada, dos doctores del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF) la atendieron durante la semana, pero su salud se agravó cuando el MP hizo las requisas en Mariscal Zavala.
La magistrada dijo que ha tomado medicamentos "para los nervios", que no se ha alimentado correctamente y que no ha dormido bien. Debido a esta situación que "atenta contra su derecho a la vida", la mujer le pidió al juzgador suspendar la audiencia.
En esta etapa se tiene previsto que el juez Carlos Giovanni Ruano, quien grabó y denunció a la acusada, testifique en su contra. La diligencia ya ha sido pospuesta en dos ocaciones y Ruano aún no ha podido rectificar la denuncia que hizo en contra de Stalling.
El juez rechazó la petición de la funcionaria de suspender la audiencia y esta, finalmente, empezó.
Stalling enfrenta un proceso penal por el delito de tráfico de influencias por presuntamente presionar al juez Carlos Ruano para que él otorgara una medida sustitutiva a favor de su hijo, Otto Molina Stalling, quien se encuentra procesado en el caso IGSS-Pisa.