Es una aplicación de la consola Xbox totalmente inofensiva capaz de detectar los movimientos, pero se ha convertido también en un arma que utiliza Corea del Sur para vigilar la frontera con su vecino del norte.
El ejército surcoreano compró el programa que permite diferenciar los desplazamientos humanos de los animales.
Los sensores que estaban en servicio en la frontera eran muy eficaces pero no permitían distinguir a un hombre de un animal, se asegura.
La franja de 248 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho separa en dos a la península coreana desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953) que técnicamente siguen en conflicto ya que no han firmado ningún tratado de paz.
Pese a que este terreno está sembrado de minas, en él proliferan la fauna y la flora y alberga especies endémicas raras que viven entre las espesas vallas de alambradas cuya fama de ser infranqueables se vio en entredicho en 2012 cuando la cruzó un refugiado norcoreano.
Un responsable del ministerio de Defensa confirmó la existencia de este dispositivo pero rehusó dar más detalles por "razones de seguridad".