Cada vez somos más usuarios los que utilizamos Internet para comprar o vender, y como en el mundo tangible, somos susceptibles de sufrir ataques de seguridad. Para evitarte problemas, te damos estos consejos y así puedas navegar sin problemas en la red.
No hacer click en correos electrónicos sospechosos
La manera más rápida y directa que tiene un ladrón de acceder a tus datos bancarios, como los que aparecen en tu tarjeta de crédito, es que tú se los des.
Usando una técnica conocida como phising, el atacante te envía un email que emula la apariencia de tu banco donde te suele pedir que ingreses a su página oficial usando tus credenciales, y para ello, te provee de un link a tu supuesta entidad bancaria. Ese falso link es propiedad del atacante, y al introducir tus datos, se los estarás dando a él.
Otro método que tienen los atacantes de acceder a tus datos, sin realizar ataques de manera directa, es mediante el uso de keyloggers. Suelen ser considerados virus porque se dedican a registrar cualquier pulsación que realiza el usuario, pudiendo almacenar así cualquier contraseña introducida.
Tu banco nunca te pedirá tus credenciales por correo electrónico. También es conveniente revisar la dirección de correo del emisor y el enlace para asegurarte de que no es tu banco quien realmente te está contactando.
Usa un sitio https para introducir contraseñas
Cuando accedas a una web con tu usuario y contraseña, o estés realizando el pago en una web de compra online, asegúrate de que el sitio que utilices tenga un cifrado seguro. Para cerciorarte de eso, el enlace de la web en la que estés, contará con un candado y una “s” al final del http. Esto no es una garantía total de que estás en un sitio seguro, pero en casi todos los casos suele ser así.
No compres en sitios desconocidos
Actualmente hay ciertas páginas web que prometen precios más bajos que la competencia, y es con estas con las que hay que tener máximo cuidado. Suelen ser webs con poco tráfico, pocos comentarios y pocas ventas. Es recomendable buscar opiniones, si las hubiere, sobre esa tienda.
También, es bueno contactar a la empresa por correo electrónico o por teléfono, para ver si los datos que aportan son reales, y comprobar que la dirección de la sede es real. Si no consigues encontrar esta información en ningún lugar de la web, aléjate de ella.
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PayPal
PayPal es una conocida empresa que permite pagar en miles de sitios web de manera segura. Actúan como intermediario entre el usuario y la web de compra final. Ofrecen seguridad casi siempre más favorable hacia al usuario que a la empresa.
Si compras un producto y no te llega a casa, PayPal te devolverá el dinero. Si una tienda online usa “https” y PayPal, puedes estar seguro de dos cosas: o recibes tu producto, o tienes tu dinero de vuelta. Te garantizan una devolución si no has recibido el artículo, o es muy distinto a la descripción de la web donde realizaste la compra.
Antivirus activado
La mayor parte de los ataques de seguridad que se realizan son en ordenadores con Windows. Gracias a un antivirus, podemos evitar casi todos los ataques que se realicen contra nuestro ordenador. Es importante destacar que los antivirus no nos hacen menos vulnerables con los ataques de phising. El mejor antivirus que un usuario puede tener es su sentido común.
Es muy importante tener actualizado todo lo que usemos: el antivirus, el sistema operativo, y el navegador, ya que constantemente se incluyen parches de seguridad.
Apps confiables
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En otras plataformas, como Android, hay que tener cuidado de dónde se obtienen las aplicaciones. Es importante descargar siempre desde la Google Play Store, y evitar tiendas secundarias o enlaces sospechosos.
En el caso de que se instale una aplicación de origen desconocido, es vital revisar los permisos que esa aplicación solicita a nuestro teléfono, ya que puede tener control sobre la accesibilidad de nuestro teléfono, y registrar todo lo que escribimos en él.
Contraseñas seguras
Es común ver que empresas de seguridad publican cuáles son las contraseñas más comunes. Al ser comunes, los hackers podrán acceder a ellas con facilidad, ya que pueden automatizar la constante prueba de contraseñas. Normalmente las webs están protegidas de estos ataques, pero no siempre son seguras y muchas pueden ser vulnerables. Es recomendable tener contraseñas complejas, formadas por números o palabras que no existan, o caracteres poco comunes, como símbolos.
Es bueno también que cambies tus contraseñas con cierta frecuencia. Nunca uses la misma contraseña para distintos servicios.
Wifi abierto no es seguro
Otro de los peligros más comunes a los que nos enfrentamos es la inseguridad dentro de las redes inalámbricas. Si nos conectamos en un lugar público, y mandamos contenido sin cifrar, este puede ser fácilmente visible por alguien que esté conectado en la red mediante “sniffing”.
Incluso, esa red puede ser una falsa red sin contraseña creada por el atacante para que al conectarnos a su red estemos totalmente a su merced. Mediante un analizador de redes como Wireshark, se puede capturar el tráfico que genere el usuario. Este era un fallo muy criticado en Whatsapp, ya que se podían leer las conversaciones, al estar sin cifrar. Pero, recientemente, gracias a la inclusión de encriptación que han estandarizado aplicaciones como Telegram, los usuarios estamos a salvo.
Dispositivos con contraseñas
Ten siempre tus dispositivos protegidos con una contraseña, patrón, PIN, o huella dactilar. Nunca sabes cuándo puedes tener un despiste, y que un conocido acceda a tu información personal, o peor aún, que te roben tu móvil.
Es conveniente recordar que en Android hay aplicaciones como Tasker, en la que podemos personalizar, entre otras cosas, cuándo queremos tener nuestro teléfono protegido. Tanto Google como Apple ofrecen un sistema de borrado remoto de datos en caso de que perdamos nuestro dispositivo.
* Con información de www.adslzone.net