El Foro Económico Mundial cerró este sábado su reunión anual en Davos, Suiza con un optimismo mesurado, y muy pendiente de los desequilibrios que sacuden algunas economías emergentes las cuales provocaron este viernes el desplome de las bolsas europeas.
En un panel celebrado este sábado, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, afirmó que "la recuperación está en proceso de consolidación en este momento".
Por otro lado, Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco Central de Japón, señaló que se puede ser prudentemente opitimista sobre las perspectivas de la economía mundial. Señaló que Estados Unidos crecerá un 3% más este año y Europa, al fin, se está recuperando y creciendo y "Japón está avanzando de forma significativa".
El pasado martes, el FMI elevó su previsión de crecimiento mundial en 2014, de 3.6% a 3.7%, poco antes de iniciarse las reuniones del Foro Económico Mundial en Davos, con 40 jefes de Estado y de gobierno y más de 2 mil 500 participantes.
La volatilidad, el nuevo riesgo
La gran duda en los trabajos de Davos vino este año de los países emergentes, que están creciendo menos y sufriendo fugas de capital, provocados por una política monetaria estadounidense más restrictiva que hace a los inversores mucho más selectivos.
Según Lagarde, esta volatilidad "es claramente un nuevo riesgo, y tiene que ser vigilado".
La jornada del viernes estuvo marcada por la caída del peso argentino la víspera, la mayor en un solo día desde 2002, y de la libra turca.
Por razones como ésta, Larry Fink, presidente de BlackRock, el mayor fondo de inversión del planeta con más de 4 millardos de dólares en cartera, llamó a la prudencia.
El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevedo, puntualizó que "es muy pronto para saber cuál va a ser el impacto de este fenómeno (de la volatilidad monetaria) en el comercio, que la mayoría de las veces responde a tendencias a largo plazo".
Europa en la incertidumbre
En los trabajos de Davos hubo cierto consenso sobre la recuperación de la economía europea, no obstante frágil e incierta.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se felicitó este sábado de que "la Eurozona en su conjunto no sea más el centro de todas las inquietudes de la economía mundial".
Defendiendo a pies juntillas la política de rigor fiscal y reformas preconizada por Alemania, Schäuble dijo que "los países miembros más exitosos son los que fueron puestos bajo programas" de asistencia. El ministro citó a Irlanda, Portugal, España (cuyo sector bancario fue rescatado), Chipre y Grecia, que según él "lo está haciendo mejor de lo esperado hace dos años".
Christine Lagarde volvió a incidir en el riesgo de deflación en la Eurozona, donde los precios subieron apenas un 0,8% en diciembre.
Lagarde estima ese riesgo en un 20%, que será mucho mayor "en caso de 'shock'".
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, quitó importancia al riesgo de una bajada sostenida y generalizada de precios perjudicial para el consumo, la inversión y el crecimiento.
Draghi aseguró que la inflación se acercará al objetivo del 2% a medio plazo, y que su institución "está lista para actuar"