El fotógrafo canadiense, Ali Mustafa, murió en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, informaron activistas este lunes.
Según un responsable del consejo provincial de Alepo, el joven free lance, que vendía sus fotos a las agencias SIPA y EPA, murió el domingo.
El centro de prensa de Alepo, próximo a la oposición, también anunció su muerte.
"Cuatro miembros de la defensa civil (de la oposición) en Alepo y 10 civiles murieron y decenas más resultaron heridos cuando unos helicópteros lanzaron barriles de explosivos sobre Haydariye, un barrio del este de Alepo, el domingo por la mañana", afirmó el centro.
"El periodista canadiense murió mientras tomaba fotos de la masacre", precisó.
El ministerio de Relaciones Exteriores canadiense afirmó que estaba al tanto de las informaciones sobre la muerte de uno de sus ciudadanos en Siria.
La hermana del fotógrafo, Justina Rosa Botelho, confirmó su muerte en su página en Facebook.
"Espero que el mundo comprenda que mi hermano era un ángel. Estaba más preocupado por los demás que por él mismo", dijo.
Ali Mustafa trabajaba periódicamente en Siria desde comienzos de 2013, y también en Israel, los territorios palestinos, Egipto y Brasil.