Con lentes de sol y con una actitud defensiva llegó Anabella de León a Torre de Tribunales, en septiembre de 2016, para enfrentar a la Justicia por sus irregularidades al frente del Registro de la Propiedad.
“Sería incongruente que yo fuera corrupta”, declaró ante los medios durante su ingreso.
- RECUERDA SU CAÍDA POLÍTICA:
Un año y medio después, la exregistradora sigue hundiéndose en sus palabras porque, además de ser señalada de ofrecer plazas fantasma y un fraude por un desayuno que no se realizó, se destapó que también hizo negocio con el combustible destinado para la institución.
Durante 2013, De León autorizó un consumo de 3 mil quetzales mensuales para el despacho superior y 2 mil quetzales para el registrador sustituto, el secretario general, el auditor interno y cada uno de los cinco directores.
En total, se presupuestaron 228 mil quetzales para el gasto en combustible durante un año.
En 2014, la cifra se redujo a partir de agosto. Aún así el gasto de ese año fue de 183 mil quetzales para funcionarios antes descritos.
La Contraloría señaló que esos gastos no fueron “razonables” e interpuso la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público. En su denuncia la Contraloría detalló que el Registro de la Propiedad contaba con cuatro motos que consumieron 6 mil quetzales en 2014 y una panel que gastó 34,700 quetzales durante dos años.
“Siendo este valor mínimo y razonable comparado con el consumo de los vehículos propiedad de funcionarios de la entidad”, dicta la Contraloría de Cuentas en su informe.
Otras denuncias: pagos extra no correspondidos
Durante esos mismos años, también se cometió la irregularidad de pagar prestaciones a trabajadores de la institución en contratados en renglón 035, denominado "Retribuciones a destajo".
- BAJO ARRESTO DOMICILIAR:
En total se pagaron 15.4 millones de quetzales incumpliendo el manual de Clasificación presupuestaria, dado que ha ese renglón no le corresponden prestaciones laborales.
La denuncia está mancomunada entre la exregistradora, la directora financiera, Miriam Estela Hernández Cisneros y la directora de Recursos Humanos, Samantha Marisol Mejía Salguero.
Ingresos sin registro
La tercera denuncia que la Contraloría interpuso en contra de Anabella de León tiene que ver con 321 millones de quetzales que nunca fueron registrados en el Sistema de Contabilidad Integrada (SICOIN).
Según la denuncia, la institución usó el programa Fénix que genera formas simples vulnerables a cambios y usos posteriores y que no está autorizado. Además solo registraron 274 millones de quetzales de ese monto en concepto de “Devoluciones por medio de transferencias a los usuarios”.
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La responsabilidad de estos 321.9 millones de quetzales recae sobre Anabella de León, la directora financiera, el tesorero, Jairo Lázaro Martínez, y el contador general, Gustavo Adolfo Minera Saravia.
