Lejos del movimiento político que supone el retorno de la embajada guatemalteca a Jerusalén en el contexto internacional, el traslado también representa un cambio para los connacionales que viven en el país de Medio Oriente.
Es el caso de Isaac Sultán, uno de los 400 residentes registrados en la embajada que a partir de hoy se ubica en el tercer nivel del Tower Building Technology Park, en el barrio de Malha, al sur de la Ciudad Santa, a más de una hora en vehículo de la ubicación anterior.
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Isaac contó a Soy502 que se trasladó a Israel en 2009 por razones religiosas y que ahora vive en una ciudad entre Tel Aviv y Jerusalén que se llama Modi'in.
"La vida de un judío fuera de Israel es mucho más difícil", argumentó su traslado.
El guatemalteco es ingeniero en sistemas y trabaja en una empresa de tecnología; además, es miembro fundador de la página de Facebook "Guatemaltecos por Israel", que sirve para unir a la comunidad guatemalteca en aquel país.
"Nos reunimos prácticamente solo el 15 de septiembre que la embajada realiza un acto", expresó.
Este grupo lo creó junto con al exdiputado del Congreso, Isaac Farchi, quien migró a Israel en 1999 y quien, según su perfil, es actualmente CEO de la empresa Israel Health Services.
Por su parte, Farchi explicó que casi todo los establecidos en el país "tienen su propio negocio u ocupando altos cargos".
"La mayoría vive en las ciudades del centro del país aunque hay por todo el país familias desde el norte hasta el sur y varias familias viven en Jerusalén", describió.
Además indicó que hay más de 70 familias residiendo desde hace años y otros son estudiantes que llegan a las universidades israelíes o como voluntarios y que no se registran en la embajada.
La vida en Israel
Isaac explicó que las principales diferencias culturales son el idioma, que se escribe de derecha a izquierda, el calendario hebreo y que la semana laboral es de domingo a jueves.
Por lo demás, señaló que es un país muy seguro donde "no se vive con miedo".
Entre lo que más extraña de Guatemala está: sus amigos y el Club Municipal.
"Hasta veo los partidos por Internet", confesó.
Respecto a la ciudadanía, recordó que para entrar como turista no hay problema de entrada, pero que para conseguir la ciudadanía, el país solo se le otorga a personas que tienen al menos un abuelo que perteneció al judaísmo o si contraes matrimonio con un ciudadano israelí.
Un peso político
El tamaño de la comunidad guatemalteca podría compararse con la de otros países de Europa como Austria y su ubicación tiene más un peso político que demográfico.
En ese sentido, el excanciller Fernando Carrera explicó que aunque la embajada está en Israel por motivos políticos, también tiene que brindar servicios a la comunidad sea grande o pequeña.
“El programa consular siempre está resolviendo problemas de la comunidad: trámites de registros, validación de documentos, apoyo para la legalización de procedimientos comerciales, entre otros”, indicó.
Respecto al número de residentes, Carrera señaló que la comunidad obedece a la cooperación y a los nexos económicos bilaterales y de inversión.