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La historia del capo que el pueblo arrebató a la Policía

  • Por Soy502
17 de octubre de 2013, 17:12

La agresión de una turba contra un grupo de policías y soldados en Guatemala, para liberar a un presunto narcotraficante, lanza un mensaje claro: en algunas zonas del país, el crimen organizado ocupa los vacíos que dejó el Estado. Así ocurrió este 16 de octubre, horas después de la captura de José Ranferí Ponce Rodríguez en Morales, Izabal. 

El episodio es un déjà vu—algo que ya hemos visto-. En 2009, la policía y el ejército (con apoyo de la DEA) intentaron capturar a miembros de la familia Lorenzana en Zacapa, por narcotráfico, pero una movilización popular frustró los operativos. Guatemala y EE.UU. debieron esperar dos años más para capturar a los primeros Lorenzana. 

El detonante son los narcos que juegan a ser Robin Hood. Hacen lo que el Estado no hace. Ganan “mentes y corazones”. Construyen canchas deportivas y clínicas médicas, generan empleo, y hasta pagan servicios funerarios por quienes no pueden costear los gastos de una muerte repentina en la familia.

No es costumbre nueva. En El Gallito, zona 3 capitalina, hace unos 15 años los distribuidores de droga más fuertes alquilaban buses para llevar gratis a todos los vecinos a la playa en Semana Santa, o contrataban a bandas musicales para las fiestas de Año Nuevo en el barrio. 

Pero la bondad narco no es gratis. Compra silencios e información oportuna. Después de las capturas fallidas en Zacapa en 2009, el empleado de un hotel en el sector supuestamente fue asesinado porque no reveló que allí pernoctaron varios estadounidenses días antes de los operativos. Se sospechaba que eran de la DEA. Nunca se supo con certeza.

Los Ponce: su origen

El narcotraficante que este miércoles fue liberado de las manos de la policía por la misma comunidad es José Ranferí Ponce Rodríguez, más conocido por su hermano Mario, capturado en mayo de 2011 en San Pedro Sula, Honduras; extraditado a EE.UU. en diciembre de ese año, y condenado a 25 años de cárcel en una corte de Miami en 2012. El Departamento de Justicia de EE.UU. los vincula al envío de al menos 9 mil kilos de cocaína a ese país.

El hermano mayor de José Ranferí Ponce. Mario, fue extraditado a EE.UU. Aunque el ministerio de Gobernación lo relaciona con el Cartel de Sinaloa, un informe de inteligencia lo señala como colaborador de los Zetas. (Foto: Starmedia)
El hermano mayor de José Ranferí Ponce. Mario, fue extraditado a EE.UU. Aunque el ministerio de Gobernación lo relaciona con el Cartel de Sinaloa, un informe de inteligencia lo señala como colaborador de los Zetas. (Foto: Starmedia)

El Ministerio de Gobernación los asocia con el Cartel de Sinaloa aunque un informe de inteligencia civil de 2012 reveló que los Ponce se asociaron con los Zetas ese año. El pacto fue aprobado por Walter Overdick, principal socio guatemalteco de los Zetas (capturado un mes después), y los hermanos José Ranferí y Jorge Alberto Ponce Rodríguez, este último el nuevo jefe de la estructura.

Los Ponce se iniciaron en el narco en Alta Verapaz. Luego se extendieron hacia Izabal, Petén, y Honduras. Copán, Santa Bárbara, y Cortés, en Honduras, colindan con propiedades de los Ponce en Chiquimula, Zacapa e Izabal (de las cuales cinco fueron embargadas este año). Según el Wilson Center de EE.UU., los Ponce también tenían propiedades del lado hondureño para facilitar el trasiego de la droga. De hecho, Mario Ponce fue detenido porque el helicóptero en que viajaba, desde Guatemala hasta San Pedro Sula, aterrizó  sin autorización en Santa Bárbara. La policía hondureña luego descubrió residuos de cocaína en la aeronave.

Un punto para el trasiego de drogas y armas son las aldeas El Cacao y Champas, o Champas Corrientes, en Puerto Barrios, Izabal, según informes de inteligencia. Estas colindan con las aldeas García y El Corinto, en Cortés, Honduras. El Corinto todavía es identificado como un punto de trasiego de drogas hacia Guatemala.
Un punto para el trasiego de drogas y armas son las aldeas El Cacao y Champas, o Champas Corrientes, en Puerto Barrios, Izabal, según informes de inteligencia. Estas colindan con las aldeas García y El Corinto, en Cortés, Honduras. El Corinto todavía es identificado como un punto de trasiego de drogas hacia Guatemala.

En 2011, las coordenadas de finca “Las Quebradas” de los Ponce  coincidían con una zona de patrullaje de la Brigada de Fuerzas Especiales Kaibil en Izabal—sin que ello incomodara a los Ponce. Según datos de inteligencia, la finca de ocho caballerías servía para el trasiego de drogas y armas desde Honduras. La propiedad colinda con las aldeas Los Cerritos y Creek Pablo, la finca San Silvestre o Hidroeléctrica Río Bobos, y otra finca de los Ponce, “El Triunfo”, cateada en vano después de la captura de Mario Ponce en Honduras ese año. 

25
años
de cárcel cumple en Estados Unidos Mario Ponce, hermano de José Ranferí Ponce. Un tercer hermano, Jorge Alberto, es el líder de una organización ligada a los Zetas.

Un punto para el trasiego de drogas y armas son las aldeas El Cacao y Champas, o Champas Corrientes, en Puerto Barrios, Izabal, según informes de inteligencia. Estas colindan con las aldeas García y El Corinto, en Cortés, Honduras. El Corinto todavía es identificado como un punto de trasiego de drogas hacia Guatemala.
Un punto para el trasiego de drogas y armas son las aldeas El Cacao y Champas, o Champas Corrientes, en Puerto Barrios, Izabal, según informes de inteligencia. Estas colindan con las aldeas García y El Corinto, en Cortés, Honduras. El Corinto todavía es identificado como un punto de trasiego de drogas hacia Guatemala.

Escondite ideal

Aun con la atención actual sobre Izabal, los Ponce podrían tener una protección relativa en su territorio, como los Lorenzana la tuvieron y tienen en Zacapa. Por aparte, en Guatemala, de siete extraditables capturados entre 2011 y 2013, los únicos dos extraditados son quienes no apelaron su extradición. Pero en Honduras las autoridades frustraron un intento de fuga de Mario Ponce de la cárcel dos meses antes de su extradición. Y, en marzo de 2012, Juan José Veliz Pineda, un guatemalteco socio de los Ponce, fue extraditado a EE.UU. sólo tres semanas después de su captura en San Pedro Sula. No obstante ahora los magistrados hondureños se niegan a procesar extradiciones mientras no reciban protección. 

Mientas tanto, Guatemala no es el único país donde el narco tiene apoyo popular. En febrero de 2009, en México hubo varias manifestaciones contra la intervención del Ejército en la guerra anti narcótica. Según el gobierno mexicano, el narco promovió las manifestaciones, pero activistas de derechos humanos aseguraban que se protestaba contra el abuso de autoridad del Ejército.

Luego, en mayo de 2010, en Kingston, Jamaica, hubo docenas de muertos y heridos como el saldo de la protesta por la orden de extradición a EE.UU. del narcotraficante jamaiquino Christopher (Dudus) Coke. Era un líder comunitario. Lo llamaban “Presidente”, y la policía entraba a su vecindario sólo bajo el consentimiento de Coke. Cuando llegó por él, la policía encontró barricadas, alambre espigado y plomo. Para los vecinos, no declarar esa guerra se leía como una traición que la gente de Coke sabría castigar.

Si este motivo empujó a una turba a rescatar a José Ranferí Ponce Rodríguez en Izabal, es porque también allí—para suficientes personas—las reglas del narco son más temibles que la justicia que aplica el Estado.

 

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