Los megaproyectos que se ejecutan en Centroamérica podrían agravar el deterioro ambiental de la región en combinación con el cambio climático, señaló hoy en El Salvador una organización no gubernamental (ONG).
Un estudio del Programa Salvadoreño de Investigación sobre Desarrollo y Medio Ambiente (Prisma) "advierte que antiguos gobiernos de los países centroamericanos escogieron una ruta hacia el desarrollo que podría aumentar el ritmo de la acelerada degradación ambiental que vive la región", indicó la ONG en un comunicado al término de un foro centroamericano sobre ambiente.
"Los impactos ligados a la construcción de megaobras de infraestructura y proyectos mineros, así como al afianzamiento de un voraz modelo agroindustrial, podrían ser multiplicados por el cambio climático", agregó.
El informe fue conocido en el "Foro internacional restauración de paisajes, gobernanza y cambio climático", que empezó ayer lunes en San Salvador y en el que participó medio centenar de funcionarios y expertos de Centroamérica y de organismos internacionales.
Según Prisma, un agravamiento de la degradación ambiental podría forzar "a los líderes de la región y sus pueblos a enfrentar un desastre ambiental y humano en el llamado Corredor Seco Centroamericano".
Precisó que el Corredor Seco Centroamericano se extiende principalmente por las zonas bajas de la vertiente del Pacífico desde Chiapas (México) hasta Costa Rica.
A diferencia de etapas anteriores, cuando "se centraban en la agroexportación, las economías centroamericanas han diversificado las apuestas económicas en territorios rurales, con nuevo peso para proyectos de gran escala de minería, hidroelectricidad, proyectos de infraestructura, turismo y agroindustriales, en particular, la caña de azúcar y la palma africana", subrayó la ONG.