La astucia de esta mamá por hacer que su hijo dejara de llorar, ha asombrado a los internautas que están encantados con esta historia que involucra al mago más famoso: Harry Potter.
Diversos medios internacionales han destacado las fotografías de Brittaney Benesh, quien decidió dibujar en la frente de su pequeño la cicatriz de Harry Potter para ocultar una herida que se hizo durante un incidente doméstico.
El pequeño no dejaba de llorar y se resistía a salir por vergüenza a mostrar la cicatriz.
Para darle un look más real, la madre le colocó unos lentes redondos similares a los de Potter. El resultado: su hijo sonriendo de nuevo.
*Con información de abcnews y El Huffington Post