Una joven británica fue condenada a un año de prisión por protagonizar una persecución policial, que ha sido calificada por la justicia como el "peor caso de conducción peligrosa", según un reporte de The Sun.
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La persecución se registró la madrugada del 4 de junio recién pasado en Manchester. Megan Nolan, de 24 años y madre de dos niños, había estado bebiendo en un bar con unos amigos a pesar de que tenía que conducir, y cuando regresaba a casa se desplazaba a gran velocidad, lo que llamó la atención de la Policía e inició la persecución.
Las autoridades indicaron que la joven llegó a exceder velocidades de 190 kilómetros por hora, reiteradamente se pasó semáforos en rojo y en varios tramos condujo en sentido contrario. El incidente terminó después de más de 20 minutos debido a que el motor del coche de Nolan se averió.
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Estas han sido las peores escenas de conducción peligrosa que he presenciado en mis 15 años en el banquillo", dijo el juez al leer la sentencia, agregando que no condenarla a prisión sería una "tremenda equivocación". "No pensó en nadie, ni en los dos niños que la esperaban en casa", lamentó el magistrado.
*Con información de RT