El dispositivo de seguridad para la disputa del Super Bowl XLVIII comenzó hoy con el inicio de la construcción de la valla metálica de más seis kilómetros que protegerá al MetLife Stadium, Izod Center y la estación eléctrica que suministra la energía a ambas instalaciones deportivas.
De esta manera la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) dio el pistoletazo de salida a la construcción del perímetro de seguridad que protegerá el partido más importante del año en el país, previsto para el próximo 3 de febrero.
Desde los trágicos atentados terroristas del 11 de septiembre del 2011, el proceso siempre ha sido el mismo y este año no iba a ser una excepción e incluso se ha aumentado.
"El estadio mismo se somete a una transformación para convertirse en un ambiente más seguro", explicó Frank Supovitz, vicepresidente de eventos de la NFL. "Existe un sistema de inspección de vehículos y carga".
Todos los estacionamientos quedarán fuera del perímetro, así que los vehículos de los aficionados no serán sometidos al mismo escrutinio.
Además, el directivo de la NFL explicó que todo el personal que trabaje en la organización del partido habrá tenido que someterse a una investigación de antecedentes por parte del FBI.
Además, siempre de acuerdo al directivo de la NFL, cada uno de esos miembros de la organización, ya estén en el Radio City Music Hall (para el especial de premios), o el personal en el día de medios en el Prudential Center, o del Izod Center para (la fiesta previa) del Super Bowl, serán revisados por el FBI.