Las lluvias registradas en el sur de la India, las peores de los últimos cien años, han dejado por lo menos 325 personas fallecidas y a más de 2 millones afectados, además de haber obligado a miles de personas a evacuar sus hogares.
Las torrenciales lluvias han inundado considerablemente la zona tras varios días de desastre. Como consecuencia, la ciudad ha quedado marginada del resto del país, se han cerrado escuelas y fábricas, y se han cancelado los vuelos.