Thom Richard es un piloto de acrobacias en Estados Unidos que se preparaba para un evento en Reno, Nevada, pero su motor comenzó a fallar, por lo que se vio obligado a apagarlo para que su equipo técnico lo revisará.
La señal de que no podía volar no llegó a los otros tres aviones que iban detrás de él, cuando de pronto el ala de uno de ellos casi lo decapita.
“Cerca de 20 segundos antes de la bandera verde, el motor no estaba funcionando lo suficientemente bien como para el vuelo”, dijo el piloto.
Tras apagar el motor, el piloto recibió una señal del abanderado, por lo que abrió la cubierta para mostrar que estaba fuera de la carrera.
“Me sentí confiado de que las señales habían llegado a las personas adecuadas y esperé a que el personal me empujara fuera de la pista. Sin embargo, para mi sorpresa, vi el abanderado corriendo en la pista agitando las manos sobre la cabeza, como si algo estuviera mal”, agregó Richard.
El avión que venia detrás de él impactó la cubierta y rozó su mano derecha a más de sesenta millas por hora.
“Me considero un hombre muy afortunado. Otros cuatro pies a la izquierda y hubiera sido carne picada“, afirmó el piloto que se salvo de morir.
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Con información de Ctv News.
