El estadio del FC Unión Berlín de la capital alemana se transforma estos días en el salón más grande del mundo, con 750 sofás y una pantalla de 700 pulgadas (17.8 metros) donde ver los partidos del Mundial de Brasil como en casa.
Sofás, sillones y butacas salpican estos días el césped del estadio Alte Försterei en Berlín, el estadio del equipo local de segunda división, que ha abierto sus puertas para dar cobijo a lo aficionados alemanes que quieran acercarse hasta allí para disfrutar de los partidos del Mundial.
Este gigantesco salón se inauguró con el partido entre Brasil y Croacia que inauguró el campeonato el pasado jueves y se mantendrá abierto durante todo el Mundial.





