Una vida de bajo perfil llevaba Roberto Barreda de León, en la ciudad de Mérida, Yucatán. Barreda, señalado por la desaparición de su esposa, Cristina Siekavizza, residía en un pequeño fraccionamiento ubicado en el nororiente de la ciudad donde se relacionaba con pocas personas, reportó a Soy502 el periodista Luis Fuente del diario Milenio Novedades, quien investigó la noticia.
Los empleados de Barreda, que aún se encontraban en el lugar el día de ayer, comentaron al reportero que Barreda sólo trabajaba y cuidaba a sus hijos Roberto José y María Mercedes.
El guatemalteco fue detenido el pasado viernes por agentes de la Policía Federal Ministerial de México, cuando se dirigía a recoger a sus hijos al centro escolar privado “El Huerto Montessori”, ubicado en la comisaría meridana de Cholul. La escuela se ubica a unos cinco minutos de la vivienda que Barreda rentaba en el fraccionamiento Paraíso Maya.
Barreda de León fue arrestado a solicitud de las autoridades de Guatemala, donde tiene órdenes de aprehensión por los delitos de violencia contra la mujer, obstrucción a la justicia, asesinato y femicidio.
Al elegir Mérida como su lugar de residencia, rentó la vivienda No. 406 de la calle 16 por 13 del fraccionamiento Paraíso Maya, de dos niveles en la cual instaló una microempresa. Este lugar hasta ayer no había sido asegurado por la PGR y lucía tal y como el inquilino lo había dejado: con muebles, objetos, ropa y el producto de la empresa. Tanto la empleada doméstica como los trabajadores entraban y salían sin problema. Hubo informes de que el viernes por la noche había en el lugar una camioneta, pero durante la visita de Milenio Novedades la unidad ya no estaba ahí.
Uno de los empleados comentó que la empresa de Barreda se dedica a la surtir las máquinas expendedoras de galletas y golosinas de los centros comerciales de la ciudad, por lo cual la terraza delantera que está techada fue habilitada como bodega donde están los paquetes de estos productos.
“Ahora solo estamos los dos empleados, quienes decidimos continuar trabajando en esta rama hasta ver qué sucede, ya que la casa es rentada y no sé si los encargados de los edificios públicos dejaran que sigan funcionando las máquinas expendedoras, ahora que salió el asunto del dueño”, expresó.
