El edulcorante artificial conocido como sacarina puede tener efectos inhibidores sobre las células cancerígenas, según un estudio del centro universitario de Gainesville, Florida.
La investigación arroja que la sacarina "tiene capacidad para inhibir una enzima (carbonic anhydrase IX) presente en muchos tipos de cáncer" que contribuye a que las "células tumorales sobrevivan", destacó Robert MacKenna, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina.

El descubrimiento se produjo tras preguntarse cómo podía actuar la sacarina sobre la enzima citada, presente en un gran número de cánceres agresivos.
A partir de esto, la sacarina que se usa como alternativa al azúcar, principalmente en productos para diabéticos, podría conjugarse con otros fármacos para tratamientos de cáncer como quimioterapia y radiación, ya que "puede ralentizar el crecimiento del cáncer y ofrecer una oportunidad" para que los tratamientos citados "sean más efectivos”.
Aunque actualmente se considera como un producto de consumo seguro, irónicamente, durante décadas se calificó como cancerígena.






