Empieza a oscurecer, te levantas y presionas el interruptor para iluminar toda la habitación en un instante. Esa simple acción esconde detrás de sí una serie de procesos y trabajo que quizá desconoces. ¿Cómo se generó esta energía?
Gran parte de la energía que se produce en el país se alimenta a través de las hidroeléctricas, instalaciones que permiten aprovechar el movimiento del agua que circula por los ríos.
Renace es un complejo hidroeléctrico de baja incidencia ubicado en el río Cahabón, en San Pedro Carchá, Alta Verapaz.
El proceso de su funcionamiento inicia en una presa, donde se toma parte del cauce natural del río para su posterior aprovechamiento, mientras que el resto continúa su flujo ininterrumpidamente. Gran parte de la basura y de los desechos que fluyen con el río son capturados para que el agua continúe su paso, con la menor cantidad de impurezas posible.
Luego, se conduce el agua a través de canales de concreto y de un túnel para su transporte, por las largas distancias. Un embalse, es decir un depósito artificial de agua contiene parte del recurso que se utiliza en las horas pico, cuando los guatemaltecos consumen más electricidad, particularmente en el periodo de 18 a 22 horas.
Más adelante, en el desarenador, el agua baja su velocidad y se asienta para filtrar los lodos y sedimentos que podrían afectar el funcionamiento de las maquinas. El agua es propulsada entonces, a través de una tubería de presión y de una caída de más de 200 metros para ser procesada en energía.
Esta corriente intensa de agua pasa por la casa de máquinas, una instalación con hidrogeneradores y turbinas que transforman la energía mecánica en energía eléctrica. Cabe mencionar que en todo este proceso no se utilizan aditivos ni químicos para su aprovechamiento.
Finalmente, el voltaje de la energía es elevado para ser entregado al Sistema Nacional Interconectado (SNI).
La idea central de este tipo de proyectos es emplear recursos renovables como el agua para la generación de energía, en contraposición a métodos no renovables como el petróleo y el carbón; y servir así de manera amigable con el ecosistema y las comunidades que habitan el lugar. El proceso culmina con el regreso del agua más limpia a su cauce natural, porque se retiraron la mayoría de desechos, aunque ello no quiere decir que sea potable.
