Principales Indicadores Económicos

Congreso pagará Q532 millones de salarios en 2015, sin los diputados

  • Por Alexis Batres
10 de diciembre de 2014, 07:29
A finales de 2013 en el Congreso se encuentran contratados 2 mil 145 personas, entre temporales y permanentes, los cuales devengarán en 2015 más de 530 millones de quetzales, sin incluir el salario de los diputados. (Foto: Wilder López/Soy502)

A finales de 2013 en el Congreso se encuentran contratados 2 mil 145 personas, entre temporales y permanentes, los cuales devengarán en 2015 más de 530 millones de quetzales, sin incluir el salario de los diputados. (Foto: Wilder López/Soy502)

Para nadie es un secreto que dentro del Congreso de la República un conserje puede devengar hasta 21 mil quetzales en un mes y una taquígrafa 25 mil, o que los asesores reciban hasta 50 mil mensuales. El verdadero problema radica en la disponibilidad de recursos para una planilla que nunca deja de crecer.  

El Congreso, al igual que todas las dependencias del Estado, se ha convertido en “casa de empleo” otorgando salarios estratosféricos a empleados temporales, y prometiendo plazas inexistentes.

Prueba de ello es ingresar al Congreso y observar ujieres, secretarias y asesores llevando el café, papeles, abriendo y cerrando puertas, y vigilando para que personas no autorizadas no ingresen al Pleno. Y otros simplemente no están y nunca se les ha visto por el Congreso, pese a lo que cobran. 

En el Congreso de la República, cientos de empleados son contratados para llevar el café a los diputados. (Foto: Wilder López/Soy502)
En el Congreso de la República, cientos de empleados son contratados para llevar el café a los diputados. (Foto: Wilder López/Soy502)

Es por ello que el Presupuesto del Congreso debe incrementarse anualmente para cubrir los pagos de los salarios y solo en 2015 se destinarán 560 millones de quetzales para este propósito. Este costo, porsupuesto, excluye a los Diputados, que representan un enorme rubro.

La Ley permite que cada año un diputado contrate tres personas (un ujier, una secretaria y un asistente) de forma temporal, los cuales pueden ser presupuestados.

Además, el Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo del Congreso, contempla que los empleados permanentes reciban un incremento del 10% anual sobre su salario base, es decir que en diez años una persona que comenzó devengando 4 mil quetzales, podrá ganar 16 mil quetzales

Impacto en el presupuesto

Para comprender el impacto sobre presupuesto del Congreso, basta con retroceder al 2012, cuando se pagaron 77.4 millones de quetzales para personal en renglón 011, de acuerdo con el Sistema de Contabilidad del Estado (Sicoin), y en lo que va de este año se han pagado 83.4 millones, un incremento del 8% en dos años. 

Pero el gran salto se percibe en el personal temporal, es decir renglones 022 y 029, los cuales en 2012 sumaban 81.7 millones de quetzales, y a noviembre de 2014 se dispara a 139.5 millones, es decir un aumento del 70%, unos 57.8 millones más

Estos datos no incluyen el salario que devengan los diputados (29 mil quetzales cada uno más dietas), ni aguinaldo, bono 14, bono por antigüedad, bono profesional, bono vacional y horas extras. Sumando todo, en 2012 el total era de 388.6 millones de quetzales y en 2014, asciende a 509.4 millones pagados, un 31% de incremento. 

En el ingreso al hemiciclo se mantienen varios empleados que observan lo que sucede entre los diputados. (Foto: Wilder López/Soy502)
En el ingreso al hemiciclo se mantienen varios empleados que observan lo que sucede entre los diputados. (Foto: Wilder López/Soy502)

Esta cantidad de dinero afectó las finanzas del Congreso este año, por lo cual tuvo que trasladar 58 millones de quetzales de los Fondos Privativos del mismo Organismo para financiar los salarios (tomando en cuenta que cada empleado permanente tiene derecho a un aumento del 10% anual en su sueldo).

Al finalizar el 2013, Pedro Muadi, entonces presidente del Organismo, realizó la contratación permanente de 142 personas, incrementó el salario a otros y creó más plazas temporales. 

Desorden administrativo

Consultado al respecto, Philip Chicola, analista político, destacó que el Congreso vive un desorden administrativo. “Un gerente que gane menos que un guardia de seguridad y eso es señal de que hay problemas”, explicó.

Es un nicho salarial, donde los diputados ofrecen estas plazas a miembros del partido en cada campaña. En muchos casos son plazas fantasmas
Philip Chicola
, analista político.

Sin embargo, Chicola destacó que el problema no es único del Congreso y señala que prácticamente todo el Estado sufre de los mismos problemas administrativos. “Esto es un reflejo del mal servicio civil, donde todo está tergiversado”, concluyó.

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