El expresidente egipcio Hosni Mubarak fue condenado hoy a tres años de cárcel por apropiación indebida de fondos públicos, en un caso relacionado con el presupuesto de los palacios presidenciales.
Mubarak ya enfrenta una cadena perpetua desde 2012, acusado de ordenar la muerte de manifestantes durante 2011.
El Tribunal Penal de El Cairo sentenció también a los hijos del exmandatario, Alaa y Gamal, a cuatro años de prisión por los mismos cargos, en un fallo que es apelable.
Además, la corte estipuló que deberán devolver al Estado en compensación por este fraude 21 millones de libras egipcias (unos tres millones de dólares) y a pagar una multa de 125 millones (unos 18 millones de dólares), además de los gastos del juicio.

Todos ellos estaban imputados por apropiarse de más de 125 millones de libras egipcias de las arcas públicas, destinadas al mantenimiento de los palacios presidenciales.
Mubarak se encuentra bajo arresto domiciliario en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Maadi, mientras que sus hijos están encarcelados en el presidio de Tora, ambos en el sureste de El Cairo.
El pasado 19 de febrero, durante la primera sesión del juicio, el expresidente y sus vástagos negaron los cargos: "Todo lo mencionado por la Fiscalía Pública no sucedió en absoluto y es infundado", dijo Mubarak.





