En el primer día del juicio al ex jefe de la Policía Nacional Civil (PNC) Erwin Sperisen, el sindicado declaró y respondió a varias preguntas de los jueces que lo interrogaron sobre la cadena de mando en su administración.
El tribunal de Ginebra, decidirá sobre su responsabilidad en la muerte de diez presos, siete de ellos durante un operativo de seguridad para recuperar el control en la cárcel Pavón y los otros tres prófugos que fueron ejecutados al ser recapturados.
Se estima que el juicio durará unas tres semanas, bajo la dirección de tres jueces titulares, mientras que otros tres actuarán como asesores.

Al inicio del juicio, la defensa de Sperinsen solicitó incluir el testimonio del expresidente Oscar Berger y el ex director de Presidios Alejandro Giammattei, sin embargo la petición fue rechazada por los jueces, según reportó la agencia de noticias Cerigua.
Sperisen afirma haberse reunido con los hermanos Benitez al menos 1 vez por mes. Tribunal intenta probar cadena de mando #juiciosperisen
En el sistema judicial suizo, las sentencias por diversos delitos no pueden sumarse, así que se juzga por el delito más grave, que en este caso es el de asesinato y por el que la condena puede ir hasta la cadena perpetua.

La Fiscalía de Ginebra considera que hay suficientes evidencias que apuntan a que Sperisen planificó y ordenó esos asesinatos, y existe al menos un testigo que comparecerá en el juicio próximamente y que asegura que vio como el exjefe policial ejecutaba él mismo a un reo.
Sperisen tiene doble nacionalidad, suizo-guatemalteca, y su procesamiento en Suiza responde al hecho de que la legislación helvética no prevé la extradición de sus nacionales y otorga competencia a sus tribunales para juzgar crímenes cometidos por éstos en otros países.

Desde su arresto se encuentra encarcelado en la cárcel Champ-Dollon, en la periferia de Ginebra, y todas las solicitudes de libertad condicional que han presentado sus abogados han sido rechazadas por el elevado riesgo de fuga que las autoridades judiciales creen que existe.
Aunque Sperisen será juzgado por esos hechos concretos, durante su gestión al frente de la policía guatemalteca (2004-2007) se registró un aumento notable de denuncias de violaciones de los derechos humanos, como torturas, violencia sexual y asesinatos con fines de "limpieza social" en las prisiones.






