Haroldo Mendoza y sus allegados sabían que comunicarse vía telefónica podría delatarlos; aún así lo hicieron y durante sus conversaciones fueron aportando detalles que ahora sirven a la fiscalía para sindicarlos de cometer asesinatos en Izabal.
Según el Ministerio Público (MP), los crímenes, desapariciones forzadas, así como la quema de cosechas y robo de ganado, le servía a Mendoza para mantener de manera ilegítima el control social.
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En la audiencia de primera declaración, la Fiscalía contra la Impunidad presentó 28 conversaciones telefónicas que obtuvo a través de métodos especiales de investigación.
Los analistas escucharon a lo largo de cinco meses miles de llamadas entre Mendoza Matta y sus colaboradores.
Fue así como el MP determinó que Mendoza ordenó los asesinatos de Luis Pantaleón Itzep Ramos y Milton Josué Orellana Madrid, ocurridos el 1 y 2 de julio de este año.
Ambos crímenes fueron requeridos por amistades de Mendoza y, en apariencia, no cobró; solo lo hizo como un favor.
La comunicación que escucharás a continuación fue presentada en la audiencia de este lunes en el Juzgado A de Mayor Riesgo.
Son las voces de Mendoza, su abogado Mynor Berganza y Mario Muñoz, el amigo que según la fiscalía habría pedido la muerte de Luis Itzep, al descubrir que su esposa le era infiel con él.
La fiscalía solicitó que Mendoza y otros cinco del grupo capturados la semana pasada, fueran ligados a proceso por diversos delitos como asesinato, robo agravado, asociación ilícita y desaparición forzada.
El fiscal informó que tienen en su poder 147 medios de prueba, entre ellos los análisis de las comunicaciones y los informes de balística.
La fiscalía presume que los hechos fueron cometidos por favores solicitados por amigos de Mendoza y por problemas de tierra en Morales, Izabal.
En esta segunda conversación telefónica, escucharás a Haroldo Mendoza y al sindicado Jersi Natanael Velásquez Alvarado, quienes platican sobre el ganado a punto de robar en una propiedad.
Masacre en Izabal
La Fiscalía contra la Impunidad espera concluir la investigación por los asesinatos ocurridos en Izabal hace dos semanas y donde se presume que tuvieron participación Mendoza y sus colaboradores.
Vínculos con el narco
La fiscalía insiste en que no existe evidencia que Mendoza se dedique al tráfico de drogas: “Quizá lo hizo antes”, pero no hay nada que lo relacione. “No habla nada de eso por teléfono”, aseguró el investigador.
La audiencia de primera declaración aún no termina; la jueza debe escuchar al resto de abogados defensores y decidir si los liga a proceso.
Por ahora Mendoza ha sido recluido en el cárcel militar Matamoros y se encuentra junto a Byron Lima.





