Exacalibur, el perro de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por el virus del ébola, ha sido sacrificado por orden judicial, según ha anunciado el Consejero de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez. El animal será llevado a una incineradora de Paracuellos del Jarama.
En torno a las 18:30 horas en España, una furgoneta de la Universidad ha trasladado al perro de la afectada por ébola, al grito de 'asesinos' y otro tipo de exabruptos por parte de la gente concentrada frente a la vivienda donde estaba el animal.
Una resolución de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ratificada el martes por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Madrid, ordenó sacrificar al animal y el traslado y posterior incineración del cadáver.
Han sido miembros del laboratorio de Seguridad Biológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) los que se han encargado de llevar a cabo el sacrificio del animal, "que no ha sufrido".
A primera hora de la mañana, la Universidad Complutense de Madrid había distribuido un comunicado en el que Pedro L.Lorenzo, decano de la Facultad de la Veterinaria alertaba a los miembros de lo siguiente: "Se ha autorizado a que el cadáver del perro Excalibur, que de acuerdo con los protocolos de intervención que se han diseñado en la Comunidad de Madrid, va a llegar a las instalaciones del Centro Visavet". En el escrito explicaba que "todos los protocolos se hacen con la máxima seguridad y estoy a la espera de recibir un informe correspondiente de dicho Centro".
En un nuevo comunicado, enviado horas después, se informaba de que "queda revocada la autorización para trasladar el cadáver de dicho animal a cualquier instalación de la UCM".
Dentro de la comunidad de animalistas, la noticia causó conmoción, puesto que había una campaña para evitar que fuese sacrificado, y, en cambio, se pedía aislarlo para su observación.





