El escritor colombiano Gabriel García Márquez falleció este jueves 17 de abril de 2014 en su residencia en México, luego de convalecer durante varias semanas a causa de infecciones en los bronquios.
Uno de los escritores más importantes de Latinoamérica y el mundo, falleció dejando un legado interminable de obras y relatos que retratan la vida y fantasía de una región convulsa y sangrante que dejó tatuadas en sus historias.
Quizá no haya muerto, tal vez, solo cerró los ojos y despertó en Macondo, viendo la lluvia y recordando esos lugares, pero primordialmente aquel en donde Aureliano Buendía murió fusilado; buscaría con sus ojos los ojos de Isabel, ahí donde le gustaba ver la lluvia derramarse antes de saludar con un efusivo abrazo a Úrsula.
Llegaría al centro y trataría de dibujar con su mente las calles diseñadas en su intelecto, recordando porque ciertas viviendas estaban colocadas en un espacio determinado y exclamaría con sorpresa descuidada que ahí por donde los niños señalan los gitanos ingresarían antes del anochecer.
Más tarde recibiría el saludo y las molestias de algunos vecinos que le acusarían de acabar con la paz y tranquilidad que reinaba en Macondo; otros le invitarán a su casa y le darán la bienvenida a su nuevo hogar, ese que nació en su mente y depositó en el imaginario de Latinoamérica desde hace más de medio siglo.
Lo cierto es que “Gabo” ya no está. Gabriel García Márquez, uno de los escritores más importantes de Latinoamérica y del mundo se marchó este jueves, en plena Semana Santa; cerró los ojos y despertó en Macondo.
Su familia anunció que se la salud del Premio Nobel de Literatura (1982) se encontraba “frágil”; luego se produjo la inevitable partida que dejó a Latinoamérica con un agujero en el alma pues se marchó de forma física para siempre.
Sin embargo, como sucede con todo prolífico escritor, el legado es el que se hereda como patrimonio para la humanidad y principalmente de la región que lo vio nacer, crecer, escribir y morir: Latinoamérica.
El periodista, el escritor
La vida de Gabo se encuentra dividida en dos etapas cruciales para la literatura a nivel latinoamericano, ya que se logró consolidar como uno de los periodistas más importantes de su tiempo y posteriormente con un legado literario.
Publicó su primera novela a los 27 años llamada “La Hojarasca” en la que ya destacaba los rasgos característicos de sus obras posteriores, repletas de fantasía.
Sin embargo, la notoriedad mundial la logró con la publicación de “Cien años de soledad”, en junio de 1967; de la cual vendió más de 8 mil copias durante la primera semana.
Fue traducido a más de veinticuatro idiomas, y ganó cuatro premios internacionales. El éxito llegó cuando el escritor tenía 40 años.
A lo largo de su vida, Gabo publicó 11 novelas, 37 cuentos, 1 una obra de teatro y 2 guiones de cine.
La gran mayoría de sus obras abordan temas como el amor, principalmente la de “Amor en tiempos del cólera”, “El otoño del patriarca” “Crónica de una muerte anunciada”; su legado periodístico quedó retratada en 5 obras que recopilan su trabajo.
Gabo ha llegado a Macondo y permanecerá en ese lugar por siempre, buscará a sus personajes, conversará con ellos y así la imagen de Gabo quedará impregnada en la memoria de Latinoamérica.
