El 6 de enero de este año, el Presidente Otto Pérez Molina, concedió una entrevista en la radio Emisoras Unidas previo a la presentación de su tercer informe de Gobierno y casi al final de la conversación con el periodista Luis Felipe Valenzuela, se refirió a la continuidad de la Comisión contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Hoy, esas frase del Presidente, que quedaron grabadas y para registro de sus posturas políticas, hacen eco. El mandatario cuestionó que CICIG no había cumplido con su mandato, que era desarticular poderes paralelos o estructuras inflitradas en el Estado. Pidió al periodista que le mencionara un solo caso y los que se le nombraron los desacreditó diciendo que no eran poderes paralelos dentro del Estado.
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Tras el escándalo revelado ayer por el MP y CICIG, al desmantelar la red de defraudación fiscal llamada "La Línea", que involucra a toda la cúpula de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y al Secretario privado de la Vicepresidenta, Juan Carlos Monzón, el mandatario optó por el silencio y será hasta este viernes cuando posiblemente se pronuncie sobre el tema.
Sin embargo, si el mandatario necesitaba un caso que le confirmara que el mandato se había cumplido, como lo dijo en la entrevista: "Si así fuera, yo sería el primero en decir bienvenido, ¡que se quede CICIG!". Y sus palabras se hicieron realidad, ya tiene no uno, sino dos casos en las que CICIG llegó hasta el núcleo de su equipo de Gobierno: la red de corrupción en el Sistema Penitenciario liderada por Byron Lima y los altos funcionarios del SP, y desde ayer, la red de defraudación en la SAT.
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