¿Es un tatuaje?, ¿es un accesoio? ¡No, es la piel electrónica! Este dispositivo no ha salido de una historia de ciencia ficción, es real y podría cambiar el mundo de la informática como lo conocemos.
Se trata de un pequeño parche de oro que pesa menos que una pluma, con capacidad de estirar, encoger, mojarse o arrugarse, sin perder sus habilidades.

La invención fue realizada por expertos europeos y asiáticos.
El profesor John Rogers, científico de materiales de la Universidad de Illinois, explica que su funcionamiento adhiere sensores flexibles a la sien u otras partes del cuerpo.
Los sensores de este diminuto dispositivo son capaces de rastrear ondas cerebrales, que monitorean o estimulan.
Es liviano e imperceptible, y al carecer de cables le permite evitar el ruido que oculta señales importantes.
Su objetivo hasta el momento es para uso médico, permitiendo medir ondas vinculadas con ataques cerebrales en pacientes epilépticos, para detectar el problema antes de desarrollarse.
También monitorearía patrones de sueño en busca de otros transtornos.
Con información de CNN en Español.





