A cuatro días de realizarse la segunda vuelta electoral, los diputados aún tienen el pulso a su favor, ya que los retrasos evitaron que se aprobaran las reformas a la Ley de Contrataciones y tener así, el poder de su lado para negociar con el nuevo presidente de Guatemala que será elegido este domingo.
Durante la sesión plenaria de este jueves, se esperaba que los diputados aprobaran el Estado de Calamidad Pública en Santa Catarina Pinula, para agilizar la construcción de la nueva ubicación de las familias sobrevivientes de “El Cambray II”, y en el que se incluiría una donación de 20 millones de quetzales entregada por el Congreso de la República.
Pero nada de esto sucedió, ya que debían contar con 105 diputados presentes y el tablero electrónico contabilizó 99 legisladores. Pero, si lograban los 105 diputados todo dentro de Congreso se reactivaba y continuar con lo que tenían pendiente.
Lo pendiente era la aprobación de la aldea de Petatán como nuevo municipio de Huehuetenango, cuya lectura de urgencia nacional está incompleta, luego debían seguir con las primeras lecturas de la Ley de Tarjetas de Crédito y reformas a la Ley de Atención al Consumidor.
Y tocaría el punto de la discordia, que son las reformas a la Ley de Contrataciones, cuya tercera lectura, redacción final y aprobación por artículos se ha prorrogado durante las últimas tres semanas.
Los legisladores insisten que luego de la segunda vuelta se podrá saber que sucede con las reformas, es decir si estas continúan, se modifican o simplemente se quedaría fuera de la agenda y se engavetaría.
La sesión declarada permanente se reanudará el próximo martes a partir de las 14 horas, y será, a partir del lunes, cuando se oficialice al nuevo presidente de Guatemala, y ver si las negociaciones en el Congreso avanzan.