El día fue casi perfecto para Lionel Messi y el Barcelona luego de golear por 6-1 al Rayo Vallecano; sin embargo, antes que comenzara el juego, la estrella argentina se vio en aprietos con su pequeño hijo, Thiago.
Cuando el goleador del Barcelona se dirigía al centro del campo para hacerse la foto oficial del partido, le pidió a su esposa, Antonella Roccuzzo, tener por un momento a su primogénito para que saliera en la fotografía, pero Thiago no tenía ganas de hacerlo y se negaba llorando en todo momento.
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Messi trató de calmarlo, pero su hijo no dejó de derramar lágrimas hasta que estuvo nuevamente en brazos de su mamá.
A pesar del mal rato, el delantero logró colaborar con tres de los seis goles con los que el Barcelona se apoderó del liderato de la Liga de España.
*Tomado de www.pasionlibertadores.com
