Según un estudio publicado en el Journal of Psychopharmacology determinados alimentos estimulan las áreas generadoras de placer en el cerebro, mientras que otros provocan el efecto contrario.
El chocolate, la proteína, los bananos, el café, el té o las bayas moradas son algunos de los estimulantes comestibles, mientras que el azúcar, el gluten o algunos alimentos procesados pueden llegar a deprimirte.
Esto se debe a las reacciones que generan algunos componentes de los alimentos, que aportan a nuestro cuerpo sustancias como la dopamina o la serotonina, dos de los principales químicos de recompensa, según el especialista Chris Kilham.
Las grasas trans y algunos aditivos, en cambio, se vinculan a un aumento de la irritabilidad y causan estrés. El exceso de azúcar, consumido a través de dulces o gaseosas, ocasionan fluctuaciones en la sangre que provocan cambios en el nivel de energía y en el estado de ánimo.
Al respecto Kilham comenta que "si las personas mantuvieran una dieta nutritiva y natural, notarían mejoras significativas", no solo en su salud física, si no también en su humor. No obstante aclara que una dieta para estar feliz no implica consumir una gran cantidad de alimentos estimulantes, pues estos deben incluirse de forma regular y controlada al menú diario.
Con información de CNN.




