“Erick Barrondo nos ha enseñado que todo se puede en la vida, estamos para apoyarlo en todo lo que él quiera y realice”, expresó con admiración la joven Mary Morán, que llegó a la cena navideña brindada por el marchista junto a su esposa, Mirna Ortiz, y su familia.
Al igual que Morán, cerca de 1 mil 500 personas llegaron a la casa que Barrondo compró tras obtener la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El 2014 fue uno de los mejores para la pareja de marchistas, quienes decidieron ponerle la guinda al pastel compartiendo en Navidad 8 mil tamales en la tierra natal del medallista olímpico: la aldea Chiyuc, en San Cristóbal Verapaz.
“Tengo que agradecer mucho a Dios y a la familia Molina Botrán; estoy feliz de ver la sonrisa en mi gente, la situación económica nos afecta a todos y por ello a veces no hay para hacer una cena en casa, por lo que decidimos hacérsela acá”, expresó el ídolo de grandes y chicos.
Erick también recordó su infancia, cuando las Navidades eran días normales, en los que únicamente se hacía la oración a medianoche, pero nunca tuvieron para un tamal o tomar ponche.
“No tuvimos para compartir ni comer; esto me hubiera gustado tener de niño. Por ello nos surgió la idea de traer los tamales”, añadió Barrondo, quien al caer la noche decidió ir a dejar tamales al hospital de este municipio, donde los médicos los recibieron para luego darlos a los pacientes.

Por su parte, Ortiz expresó satisfacción por no cortar los dos años seguidos de llevar regalos y comida a comunidades y personas necesitadas.
“Debido a la cargada agenda que tuvimos este año, se nos dificultó recaudar juguetes, por ello surgieron los tamales y gracias a Dios ha sido un éxito”, expresó la medallista de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Veracruz 2014.
La pareja estuvo acompañada de don Bernardo y doña Wendy, papás de Erick, así como de sus hermanos.
Las metas trazadas para el 2015 son altas, pues buscarán ganar las preseas doradas en los Juegos Panamericanos de Canadá y con ello confirmar su presencia en Río de Janeiro 2016.





