Hacía cuatro años que doña Elsa no veía a Mario Estrada en el municipio. Y el calor no la iba a detener. El mediodía en Usumatlán, Zacapa, debe ser lo más parecido a un horno de cocina. Y más aún a la 1 de la tarde donde la temperatura supera los 35 grados centígrados.
Ataviada con un sombrero para cubrirse del fuerte sol, doña Elsa sale de su casa camino a la calle principal, donde operarios del partido Unión del Cambio Nacional (UCN), arman ya la tarima en la que, en unas horas, se parará el candidato jalapaneco, ataviado con sus botas.
Doña Elsa es una de las 3,469 mujeres que pueden votar en el municipio. En total, Usumatlán cuenta con una población que supera los 10 mil habitantes.
Antesala de Combate
El área se empieza a llenar con los seis autobuses que traen a pobladores de las comunidades cercanas a Usumatlán. Jóvenes y mayores se acercan para ver y aplaudir a los modelos del programa televisivo “Combate”, encargados de calentar el ambiente (si es que no lo estaba suficiente).
El público estaba desesperado por tocar y fotografiar a sus ídolos de la televisión, y aunque el ambiente era de fiesta, a la postre opacaría totalmente el mitin de Mario Estrada y su intervención sobre la tarima.
Por aire, junto al señor Bulock's
El helicóptero sobrevuela la zona y aterriza en el estadio municipal, mientras en la tarima uno de los integrantes de la banda anuncia: "Ya está llegando nuestro candidato".
El candidato de UCN aterriza y se hidrata en las gradas del estadio, haciendo tiempo para que la gente disfrute del espectáculo preliminar. Mientras, el candidato a diputado, Javier Hernández, más conocido como el señor Bulock's continúa sobrevolando el área.
"¿No quieren venir a ver a los de Combate?", pregunta Estrada a la gente que se acercó a ver su aterrizaje.
Desde ahí, la seguridad trasladan al candidato en camioneta hasta las gradas del escenario. Escaso contacto directo con la gente, no más lejos del necesario, y manteniendo las distancias.
Un discurso cercano y lejano, a la vez
Una vez en el escenario, Mario Estrada empuja y acerca al público a los bailarines. Sin embargo, luego protesta cuando la gente no le presta atención. “Déjenme hablar durante quince minutos y les prometo que Combate volverá a salir”, interrumpe el candidato mientras explicaba sus propuestas para el campesino, centro de su discurso, pero el ambiente seguía alterado por las chicas de Combate.
Y justo son quince minutos los que Mario Estrada está frente al público, utilizando sus raíces y su pasado como agricultor para estrechar lazos con las cerca de 800 personas que le escuchaban bajo el sol.
“Soy un hombre con raíces parecidas a las de ustedes, soy oriental como ustedes y, sobre todo, soy un hombre que conoce las necesidades de cada uno de ustedes”, dice el candidato.
No obstante, se dirige a la gente con tono rudo y cara de enojado. Incluso vuelve a interrumpirse para pedir que no se reparta agua mientras "él esté hablando".
Llega la rifa: 5 estufas y 14 canastas
Termina el discurso y Mario Estrada sale camino de su cuarto punto del día, Jalapa. Se despide y baja la tarima junto a Javier Hernández y a su vicepresidenciable Roberto Díaz Durán.
La gente le pide alguna que otra foto pero vuelve a pasar desapercibido. A quien de verdad persiguen es a uno de los bailarines que va en el mismo vehiculo que el candidato.
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Pero la fiesta continúa en la calle principal del municipio. Comienza la rifa. A través de una cadena humana, la organización empieza a transportar las canastas con alimentos y las estufas hasta la tarima.
Todo ello, cortesía del candidato a diputado, Marcial Castañeda, y el candidato a alcalde, Edgar Barillas. Ambos observaban sobre la tarima que se colocara en las estufas el afiche con su foto.
Mientras tanto, el helicóptero de Estrada llegaba a Jalapa.
