La jueza Martha Sierra de Stalling deberá permanecer en prisión preventiva por tiempo indeterminado, mientras el proceso judicial en su contra llega a la etapa de juicio y eventual sentencia.
El juez Undécimo de Primera Instancia Penal, José Eduardo Cojulum, dictó un fallo dividido así: Por el delito de prevaricato benefició a la jueza con una medida sustitutiva de 200 mil quetzales, pero por el delito de cohecho pasivo le dicto el auto de prisión preventiva, por lo que deberá ingresar a un centro penal, actualmente se encuentra en la cárcel militar para mujeres ubicada en el cuartel Matamoros.
El juez Cojulum dijo que por el delito de prevaricato (resoluciones violatorias) no existía el peligro de fuga ni la obstaculización a la averiguación de la verdad, pero lo contrario ocurría con el delito de cohecho pasivo (soborono).
La jueza Martha Sierra que queda separada del cargo, declaró después de escuchar el fallo "es una resolución aberrante" y reiteró su inocencia.
El mandatario de CICIG, Christina Ulate, le dijo al juez que la dejara en prisión preventiva por el peligro a que en su calidad de jueza pudiera influir en otros jueces y testigos, incluso mencionó que Sierra de Stalling evadió su captura para hacer creer que se había presentado voluntariamente.