Las nuevas autoridades del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria tomaron posesión este miércoles, luego de ser juramentados por el presidente Otto Pérez, en medio de la polémica tras sucederse el nombramiento de un diputado oficialista y otro opositor para integrar la Junta Monetaria.
Julio Suárez, presidente del Banguat, señaló que buscarán coordinar de cerca con el Ministerio de Finanzas así como con la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), para analizar la distribución de los recursos y la posible autorización de nueva deuda.
El Presidente del Banguat destacó que defenderá la autonomía del Banco Central así como de la Junta Monetaria, ya que es un órgano en el cual se han tomado decisiones sustentadas en fundamentos técnicos, serios y responsables.
Suárez posee más de 30 años de experiencia en macroeconomía, trabajando para el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE); fue representante para Centroamérica del Fondo Monetario Internacional (FMI) y fungió como vicepresidente del Banguat.

No es mi amigo
Por su parte, el mandatario intentó despejar cualquier duda sobre el porqué haber elegido a Julio Suárez al frente del Banguat, destacando que no lo conocía, que no había trabajado con él y que no era su amigo.
Los nuevos de la Junta
Este martes, el Congreso juramentó a Gudy Rivera, diputado del Partido Patriota (PP), como representante titular ante la Junta Monetaria y a Álvaro Trujillo Baldizón, diputado de Libertad Democrática Renovada (Lider), como suplente, quienes desataron críticas por la politización de dicha institución.

Para Hugo Maúl, director del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), la Junta Monetaria nació politizada, puesto que tiene representantes de diversos sectores, principalmente los políticos.
Maúl enfatizó su tranquilidad por el nombramiento de Suárez al frente del Banguat, destacando que es una persona capaz para dirigir la banca central. “Fue lo mejor que le pudo haber pasado al Banco”, añadió.
Sin embargo, anticipa que a Suárez le tocará una temporada complicada, ya que se encuentra frente a un Gobierno en total bancarrota y que recurrirá constantemente a la Junta Monetaria para avalar créditos.





