El partido entre el Bayern Munich y el Manchester City fue escaso en ocasiones claras a gol, por lo que Pep Guardiola, el director técnico de los alemanes, se puso nervioso un poco más de la cuenta y protagonizó algunos momentos memorables.

Tras el gol del Munich, el único del juego, a Guardiola se le salió el "Mourinho" que lleva dentro y salió a correr para abrazarse con sus jugadores.
Pero el momento más singular fue cuando intentó despejar un balón que llegó hasta su área técnica y por infortunió terminó enviándolo lejos de su destino, a lo que respondió tomándose la cabeza y haciendo un berrinche en su área.
El Bayern apenas logró superar con este gol de buena manufactura contra el Manchester City.




