Pixar conquistó sin condiciones el Festival de Cannes con otra de sus joyas de animación, "Inside Out", una película que su director, Pete Docter, reconoció haber "simplificado", pero no "para los niños, que lo entienden todo, sino para los adultos".
Recibida con dos enormes ovaciones en su primera proyección, "Inside Out", que está fuera de competición en Cannes, es una historia sensible, divertida y triste por momentos, porque refleja todas las emociones y sensaciones de los seres humanos, concretamente de una niña.
La felicidad, la tristeza, la ira o el asco son los originales y tiernos personajes que viven en el interior del cerebro de Riley, a la que el filme sigue desde su nacimiento hasta los 12 años en una vertiginosa sucesión de escenas brillantes, coloridas y preciosistas.
Una película para la que el equipo tuvo que investigar mucho, como resaltó Docter. "Sabemos que hay una memoria corta que se llena durante el día y una larga con los recuerdos más valiosos. No somos absolutamente fieles a lo que pasa en la realidad, pero hemos trabajado mucho en mostrar los sentimientos y el cerebro tal y como funcionan".
Y lo han hecho dejando volar su imaginación, con un cerebro que parece una nave espacial llena de bolas de cristal que contienen los recuerdos y con diferentes espacios que parecen sacados de un parque de atracciones.
"Inside Out" es un proyecto "muy especial" pero que desde el principio se percibió "muy difícil de realizar", resaltó el director creativo de Pixar y Disney y gran innovador de la animación, John Lasseter.
"Queríamos hacer una película que pudiera hablar al mundo entero y al mismo tiempo hacer algo que no se hubiera hecho antes. Hemos trabajado mucho en las emociones desde el punto de vista científico y psicológico, sobre cómo funciona la memoria y el cerebro", explicó.
El punto de partida de esta película fue la hija de Docter, de su cambio cuando cumplió 11 años y se hizo más reservada: "Me preguntaba qué le pasaría por la cabeza y por eso empecé a pensar en este filme".
Lasseter está "muy orgulloso" de estar en Cannes por segunda vez tras abrir el festival de 2009 con "Up", también dirigida por Docter.