El fabricante de equipos fotográficos Nikon logró reparar la cámara de una de las víctimas mortales por la erupción del volcán japonés Ontake el pasado mes de septiembre y devolvió el dispositivo y las imágenes tomadas a su familia.
Kazuo Wakabayashi, un hombre de 66 años de la ciudad de Matsumoto, se encontraba cerca de la cumbre del volcán practicando una de sus aficiones, la fotografía, cuando la erupción lo sorprendió junto a otros senderistas.
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Junto a él llevaba su cámara nueva, un modelo reflex digital de Nikon adquirido en julio, que se le entregó a la familia el pasado 1 de octubre, rota y cubierta de cenizas.
Cuando representantes de Nikon leyeron la historia de Wakabayashi en los diarios nipones, la empresa se ofreció a reparar la cámara gratuitamente, según informa la edición digital del diario Yomiuri.
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Tanto la lente como los filtros, componentes internos dañados y la carcasa roja cubierta de ceniza han sido restaurados y el dispositivo fue devuelto a la segunda hija de Wakabayashi, junto a 200 fotografías recuperadas.
El Ontake, el segundo mayor volcán de Japón con 3 mil 67 metros de altura y ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de Nagoya, entró en erupción el 27 de septiembre mientras centenares de montañeros se encontraban en sus faldas.





