Semana Santa, época en que aumenta el consumo de pescado seco

Como es tradición, durante el descaso de la Semana Santa, las amas de casa preparan una diversidad de platillos típicos que se consumen en familia y que están relacionados con la época.  

 

La gastronomía en Semana Santa se caracteriza por que no se consumen carnes rojas. Uno de los principales platos y que mayor demanda tienen, es el pescado seco.

 

Durante la Semana Santa, los devotos católicos que guardan penitencia solo pueden comer pescado y no carne, señala el párroco guatemalteco, José Luis Colmenares.  El religioso manifestó, que por la forma de preparación y lo sencillo que es, los fieles católicos la consumen. 

 

 

La oferta de pescado seco tiene su auge entre los vendedores de los mercados de la capital como La Terminal. Los comerciantes se han abastecido del producto para atender a los clientes que la compran por mayor y menor. 

 

Los precios por libra del producto son los siguientes: sherla nicaragüense, 60 quetzales; bacalao, 35 quetzales; pescado sierra, 25 quetzales; róbalo, 40 quetzales; y el bagre a 25 quetzales. 

 

 

Los vendedores aseguraron que para saber si el pescado seco está en buen estado, este debe presentar color entre blanco y amarillo sin manchas rojas. Asimismo, su olor debe ser propio y no aromatizado.

 

Por aparte, quienes preparan los diferentes platillos del pescado seco, explican que para retirarle el exceso de sal, lo deben remojar un día antes. 

 

 

Una de las recetas más populares para preparar este platillo es el pescado a la vizcaína, comida que se consume durante el Viernes Santo. 

 

 

"Lo que se buscaba era crear comidas que pudieran consumirse frías, porque la tradición católica mandaba no trabajar ni realizar tareas en Semana Santa, especialmente en Viernes Santo”, explica José Luis Colmenares.

 

Además del consumo de pescado seco en la Semana Mayor, también está la pacaya envuelta en huevo, la ichintal y mojarras fritas.