Julio López no sabía qué proyecto trabajar para obtener su diploma como Ingeniero en Electrónica de la Universidad Galileo. En búsqueda de ideas se encontró un juguete tecnológico, llamado "Botanicalls", que alerta a las personas para regar las plantas de su casa; esto lo puso a pensar en un sistema innovador que podría dar un nuevo elemento al mercado de sistemas de riego agrícola algún día.
Se trata del SmartAg, un sistema de riego controlado que analiza el suelo y puede humedecerlo dependiendo de las necesidades del terreno.
Julio relata que investigó otros inventos similares alrededor del mundo para elaborar su proyecto y crear un sistema elaborado por él mismo.
“Pienso que necesitamos tecnología de esta clase que permita mejorar el desarrollo de la agricultura. Esto lo podríamos utilizar en el Corredor Seco, ya que su uso significaría un ahorro de agua y podría apoyar a un lugar de tierras poco fértiles”, añade López.
Pero para determinar cuál es la cantidad de agua que un terreno necesita, es necesario que un agrónomo haga un estudio que determine los mínimos de humedad que el suelo requiere.
El sistema utiliza la conductividad eléctrica del suelo por medio de dos electrodos de aluminio enterrados a cierta profundidad del suelo, a los que se les envía una señal eléctrica, la cual es medida de acuerdo a la respuesta que emita. La lectura hará que se activen los aspersores para regar la tierra.
El sistema de comunicación entre el controlador, los aspersores y los electrodos es inalámbrica. La aplicación instalada en una computadora, recibe la información y esta envía la orden a los aspersores con la cantidad de agua necesaria.
El costo del proyecto para Julio López fue de unos 800 dólares, pero espera que en el futuro pueda llevarlo a un nivel comercial y que la agricultura del país se beneficie, ya que para este año se espera una sequía prolongada como la que ocurrió el año pasado y que afectó precisamente a esa región de Guatemala.
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