A muchas mujeres les gusta llevar zapatos de tacón para verse más estilizadas y elegantes. Sin embargo, un estudio presentado esta semana por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España, en colaboración con la Clínica española CEMTRO, ha demostrado que su uso prolongado provoca deformaciones crónicas en los huesos del pie, conocidas popularmente como "juanetes".
Hasta ahora se sabía que los zapatos de punta estrecha producían este tipo de problemas a largo plazo, pero no se tenía constancia de la relación entre la altura de los tacones y la aparición de dichas protuberancias, explicó el doctor Rubén Sánchez- Gómez, autor de la investigación.
En ella participaron 80 mujeres sin deformidades en el pie y se las midió con y sin zapatos de tacón. En este proceso se observó que la falange proximal y el primer metatarsiano de los dedos se desvían más conforme se aumenta la altura del talón.
Elevarse más de tres centímetros del suelo provoca alteraciones en la pisada que afectan a la columna vertebral, provocando dolores de espalda en la zona baja o lumbar, inflamación del tejido fibroso que recubre músculos y huesos o tendinitis, que es la inflamación de un tendón.
Una vez que el "juanete" se vuelve permanente, "la técnicas paliativas solo pueden alviar el dolor pero la desviación ósea y la pérdida de movilidad son irrecuperables", subraya el experto. En casos extremos de artrosis e incapacidad funcional, los podólogos se ven en la necesidad de enviar a la paciente al quirófano para el tratamiento de esta patología.
Actualmente, se calcula que entre el 39% y el 80% de las mujeres utilizan de forma cotidiana este tipo de calzado y casi un 60% de mujeres mayores de 50 años se ven afectadas por esta clase de dolencias, de las que tampoco se libran las mujeres jóvenes.






