Parece que no solo en la cancha se disputó el clásico catalán entre Barcelona y Espanyol que fue ganado por los de Luis Enrique 2-0. Afuera, desde los graderíos, hubo insultos y lanzamientos de objetos a los jugadores. Messi fue uno de los más molestados, al igual que Luis Suárez.
Las imágenes ya las tiene en su poder la comisión disciplinaria de la Liga española y podría haber sanción.
Gritos racistas, burlas, mantas y señas con las manos se observaron desde las gradas. Ninguno se salvó.






