Mientras Allan Marroquín, exinterventor de la Empresa Portuaria Quetzal, sigue prófugo de la justicia por el caso de corrupción de TCQ, el expresidente Otto Pérez Molina señala que no firmó ningún contrato con la Terminal de Contenedores Quetzal, que fue Marroquín el responsable.
El mismo día que se realizaron los arrestos en contra de 14 personas sindicadas recibir sobornos para adjudicar un contrato millonario a TCQ, Allan Marroquín, con orden de captura internacional, publicó un video en su red social de Facebook, señalando que se presentaría para aclarar su situación legal, pero eso no ha ocurrido.
El mismo Pérez Molina afirmó a su llegada al Juzgado B de Mayor Riesgo, que no fue él quien firmó el contrato para otorgar el usufructo para la ampliación del Puerto Quetzal por medio de la Terminal de Contenedores de Barcelona que creó la Terminal de Contenedores Quetzal para poder operar en el país.
El exgobernante se lavó las manos y dijo que fue Marroquín el responsable de firmar el contrato, por el que según las investigaciones del Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), se habrían pagado unos 20 millones de dólares por medio de sobornos para que se llevara a cabo el proyecto.
Sin alerta internacional
Al ser consultada la página oficial de la Interpol, Marroquín aún no figura en el listado de los más buscados por las autoridades internacionales, a pesar de que según la Cicig y el MP se giraron las informaciones para que la justicia de otros países colabore con las detenciones pendientes.
Ángel Pérez y Mauricio Garín, personeros de TCQ; William Schwank, de la EPQ; y Guillermo Lozano, testaferro de Pérez Molina y quien fungió como negociador inicial del fraude, continúan prófugos junto a Marroquín.