A 22 se ha elevado la cifra de víctimas mortales que dejó la adjudicación anómala que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) efectuó a Droguería Pisa para la prestación del servicio de diálisis peritoneal. El último registro pertenece a Sammy Gabriel Quinteros, quien dejó devastado a su hijo por su partida.
Tras una separación matrimonial, Sammy llevaba un año de haberse mudado de Cuyotenango a San Felipe, Suchitepéquez, con el único propósito de estar más cerca de su hijo de 10 años, quien quedó a cargo de su mamá.

Debido a que el dinero que el Seguro Social le proporcionaba como jubilación no era suficiente para darle lo mejor a su pequeño, Sammy realizaba, hasta donde la deficiencia renal se lo permitía, pequeños trabajos para obtener más ingresos económicos.
A pesar de sumar ocho años con el tratamiento de diálisis, no había registrado padecimientos graves, según detalla su hermana, Rina. Fue hasta que Pisa tomó su caso cuando empezó a quejarse de dolores abdominales y, finalmente, tuvo que ser internado por peritonitis.

Sammy cumplió 36 años mientras estuvo internado en el IGSS de la zona 9 y al no lograr controlar la infección, fue trasladado a hemodiálisis; sin embargo, no soportó el tratamiento y falleció el sábado pasado.
Tras la muerte de Sammy, su hijo, quien se ha caracterizado por ser un buen estudiante, se ha negado a asistir a la escuela y llora constantemente, detalla Rina, quien exige que las autoridades hagan justicia por todas las familias a las que se les arrebató un ser querido.
Sorayda Macz, titular de la Asociación de Pacientes Renales de Diálisis Peritoneal del IGSS, detalla que a raíz de la intervención de Pisa, 22 pacientes han fallecido y cerca de 70 continúan internados por peritonitis.
Por el supuesto fraude en el contrato referido, 17 personas, entre personal del IGSS y de Pisa, fueron ligadas a proceso el pasado 26 de mayo.






