Este domingo miles de guatemaltecos incluirán en su agenda del día asistir a las urnas para elegir a las autoridades que gobernarán el país durante los próximos cuatro años; sin embargo, tal tarea podría verse afectada por el creciente rechazo a la clase política o los focos de conflictividad que están distribuidos en gran parte del país.
A raíz de los conflictos y de los riesgos de seguridad que podrían suscitarse, 15 Circunscripciones Electorales Municipales (CEM) no estarán disponibles, como una medida precautoria tomada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en mayo.
La región con mayores problemas es occidente, sobre todo Huehuetenango y San Marcos, donde 6 de las 812 CEM que hay a nivel nacional, no fueron habilitadas.
En 2011, se percibieron 33 municipios de alta conflictividad; en tanto que, este año se han proyectado 74, según un estudio presentado por la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES, por sus siglas en inglés) que también califican a 148 municipios con un riesgo medio.
Entre las razones de la conflictividad planteadas por IFES están los problemas históricos de tierras y los correspondientes a proyectos de minería o hidroeléctricas, así como problemas por reelecciones de alcaldes; situación que coincide con el mapeo efectuado por la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH).
El director de Mediación de la PDH, Mario Minera, también resaltó que el contexto nacional y el despertar de las protestas ciudadanas ha exteriorizado un rechazo de parte de la población a los políticos, lo que se ha visto reflejado en las redes sociales, en las que es común observar un llamado al voto nulo.
El analista político del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), Christians Castillo, señaló que la conflictividad se convirtió en una variante para los comicios desde que algunos partidos tomaron una actitud de desafío ante las autoridades electorales, al realizar campaña anticipada y ante el aumento del rechazo a estos en las zonas urbanas.
Castillo destacó que ante el escenario, es de suma importancia que la distribución de los más de 30 mil agentes policiales durante el proceso se haya basado en el mapeo de las zonas de conflicto.