Tras finalizar el juego amistoso entre Brasil y Sudáfrica, que los pupilos de Luiz Felipe Scolari ganaron por 5-0 a los locales en Johannesburgo y previo a la entrega del trofeo que estaba preparado, un pequeño niño sudafricano entró al terreno de juego y lejos de ser sacado por las autoridades, fue arropado por los jugadores brasileños.

Varios pequeños que habían salido junto a los jugadores al inicio del juego como parte del protocolo aprovecharon para saludar a sus ídolos, pero hubo uno que no se quedó con las ganas y al terminar el encuentro fue en busca de los jugadores brasileños.
Los visitantes vieron llegar al niño, que caminó hasta donde estaban ellos y lo cargaron en hombros para luego lanzarlo al aire y hubo quienes, como Neymar, anotador de un triplete, que aprovecharon para fotografiarse con el pequeño que desbordaba felicidad.
Maravilloso momento que solo brinda el fútbol.




