En medio de la polémica y debate sobre la política monetaria en Guatemala y la hipotética devaluación del quetzal frente al dólar para ser más competitivos en precios, te respondemos algunas dudas sobre el tema para que estés bien informado.
En las últimas semanas, la crisis del petróleo y la caída de las monedas internacionales, como el euro o el yuan chino, han fortalecido al dólar. Es el caso del peso argentino y el real brasileño que fueron las más devaluadas ya que perdieron un 34.6% y 32.9%, respectivamente frente al dólar en 2015.

En lo que llevamos de año, el Banco de Guatemala (Banguat) ha tenido que intervenir en varias compras al mercado de divisas para mantener estable el cambio, lo que es una práctica habitual siempre que supera unos límites.
No obstante, en un tipo de cambio flexible como el que rige la política cambiaria en Guatemala no sería posible una devaluación porque eso correspondería a un tipo de cambio fijo, que es un error conceptual bastante frecuente. Según explicó el expresidente del Banco de Guatemala, Carlos González, en el caso del tipo de cambio flexible la moneda se deprecia.
Si en el tipo de cambio la moneda local se deprecia frente al dólar, se pretende pagar más quetzales por cada dólar. Esto favorece a los exportadores que reciben más a la hora de vender sus productos en el exterior.
Otros grupos que se ven beneficiados son los familiares de migrantes que reciben remesas desde el exterior y los que cobran su sueldo en dólares, ya que a la hora del cambio les van a pagar más quetzales.
En el caso de Guatemala existen una abundancia de dólares en el mercado y no hay mucha demanda para usarlos. Esta situación se ha visto agravada por los altos ingresos de remesas que recibieron los guatemaltecos el año pasado (alrededor de 6 mil millones de dólares) y por la importación de combustible que está más económico y, por consiguiente, se gastan menos dólares a la hora de comprar crudo.
Trasladado a cualquier mercado cotidiano, cuando hay mucha demanda de un producto cualquiera, como el tomate, su precio baja, según la ley de la oferta y la demanda.
Es por ello también que si el precio del dólar sube en exceso puede provocar niveles de inflación por encima de los que estamos viendo ahora y se elevarían los precios, lo cual perjudicaría al consumidor final.
El Banguat debe tomar una posición neutra y dejar que el propio mercado fluctúe por sí solo y no manipularlo para favorecer a importadores o a exportadores.
Por eso en estos momentos la situación favorece a los compradores internacionales que pagan menos quetzales por dólares.
Es una situación compleja pero no imposible. Sería un cambio total de la política que solamente la Junta Monetaria del Banguat podría determinar y eso exige estudios serios que justifiquen sobre la conveniencia de hacerlo o no.
En ese caso, el Congreso tendría que aprobar la ley fijando el tipo hasta el que se llegaría a devaluar.





