Tras unos meses de ausencia y una efímera visita previa a la operación, los padres de las siamesas conocidas como "Las Rositas", acudieron al hospital Roosevelt con el propósito de conocer el estado de salud de sus hijas.
Personal de la Procuraduría General de la Nación y del centro asistencial explicaron a los padres cómo se desarrolló la separación de Ana Rosa y Aída Rosalina Castro.
Se logró acordar que los padres, Francisco Castro y María Chacaj, fueran llevados junto sus hijos de 8, 5 y otro más pequeño a un albergue temporal, en el que permanecerán hasta que las niñas se recuperen.
Con el apoyo del empleado del Roosevelt Faustino Txchop, quien facilitó la traducción a los progenitores, se conoció que ellos se sienten satisfechos con la labor de los médicos y agradecidos con todas las personas que han apoyado a Las Rositas.
Entre lágrimas, María se comprometió a cuidar de las infantes y pidió el apoyo de las autoridades para darle abrigo a la familia. Explicó que únicamente visitaron el hospital en cinco ocasiones debido a la escasez de recursos económicos que enfrentan.
La familia, proveniente de Santa María Chiquimula, Totonicapán, sobrevive con el salario que Castro obtiene del empleo que consigue, en promedio, dos veces por semana; sin embargo, añadieron que necesitan ropa para sus hijos.
Respecto al futuro de Las Rositas tras su recuperación, la titular de la PGN indicó que aún se debe determinar qué es lo más conveniente para la salud de las pequeñas.
La entidad evaluará, luego que concluya el proceso de reconstrucción de Ana y Aída, si lo mejor es que regresen a la casa de sus padres o se las traslade a un centro especializado.
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