La Cámara de Comercio de Guatemala y la Asociación Guatemalteca de Exportadores señalaron preocupación ante la persistente lentitud en las operaciones de Empornac.
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La Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla (Empornac), un pilar vital para el comercio exterior guatemalteco, está sumida en una profunda crisis de lentitud e inoperancia que genera graves consecuencias económicas, encareciendo los productos importados y mermando la competitividad nacional, denunciaron importadores y exportadores del país.
Ubicada en Izabal, esta puerta al Atlántico, la empresa es esencial para la conexión con puertos de Estados Unidos y Europa, y que, según la Comisión Portuaria Nacional, movilizó a agosto de 2025, 5.7 millones de toneladas métricas de carga, enfrenta serios desafíos que han provocado la reacción y el rechazo de los gremios empresariales y expertos.
De acuerdo con la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), Empornac moviliza más del 30% del total de contenedores del sistema portuario nacional y concentra alrededor del 45% del valor de las exportaciones guatemaltecas, con un movimiento diario estimado en Q76 millones.
Tanto la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG) como la Agexport han expresado su "profunda preocupación" y rechazo ante la persistente lentitud en las operaciones de Empornac.
La CCG critica las "medidas de 'tortuguismo' impulsadas por trabajadores portuarios", señalando que estas acciones generan pérdidas millonarias y aumentan significativamente los costos logísticos, afectando la competitividad y el precio de los productos. El gremio exige el restablecimiento inmediato de la normalidad operativa.
Por su parte, Agexport ha registrado una "caída drástica" en el rendimiento operativo en las últimas semanas, con un descenso de 20-30 movimientos de contenedores por hora a apenas 5 o 6. Esto ha duplicado los tiempos de descarga, que ahora alcanzan entre 15 y 20 horas por embarcación.
Las consecuencias directas de esta situación, según Agexport, son retrasos significativos en la recepción de contenedores de exportación, riesgo de que la carga no sea embarcada y los buques omitan su atraque, y penalizaciones contractuales y pérdida de confianza por parte de los clientes internacionales.
El sector exportador advierte que, de continuar así, se pone en riesgo la competitividad del país y los ingresos de miles de productores y trabajadores.
El impacto en los costos y el consumidor final
El análisis de Jorge Benavides, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), contextualizó cómo la inoperancia portuaria impacta directamente en los costos y, finalmente, en el bolsillo del guatemalteco.
Benavides señaló que la capacidad de atención en puertos se ha quedado "sumamente rezagada", debido a la poca inversión en infraestructura y la ineficiencia operativa.
La lentitud, Según Benavides, se traduce en tiempos adicionales a la espera habitual, agregando entre 8 y 10 días en fondeo a lo que se tenía hace un año. Esta demora genera sobrecostos operativos que los usuarios de los puertos se ven obligados a asumir y que varían entre US$35 mil y US$45 mil diarios por buque granelero, y entre US$12 mil y US$18 mil cada día por buque portacontenedores.
En el caso de Puerto Quetzal, de acuerdo con Benavides, los retrasos incrementales en 2025 significan gastos no presupuestados para los usuarios en un rango de US$28 a US$60 millones, lo que añade entre US$1.75 y US$3.78 adicionales por tonelada métrica de carga.
Este aumento de los costos operacionales por la lentitud se traslada directamente a la estructura de precios de los productos importados, estableciendo una correlación directa entre la inoperancia portuaria y el precio final que paga el consumidor guatemalteco. En esencia, el consumidor es quien absorbe el sobrecosto generado por la ineficiencia logística, señala la CCG.
La postura de la autoridad portuaria
José de la Peña, presidente de la Junta Directiva de Empornac, lamentó que el usuario y el guatemalteco se vean afectados por estas medidas. El conflicto se debió a "malas prácticas históricas" donde trabajadores supuestamente "manejaban ritmos, descansos y pagos, de forma indebida".
De la Peña mencionó que los trabajadores exigían el uso de "hojas móviles" en lugar del sistema biométrico de acceso, lo cual "permite manipular el registro de horas y ganar más".
La administración de Empornac ha aplicado procedimientos administrativos y laborales para sancionar estas faltas, lo que ha resultado en aproximadamente 250 audiencias y la aplicación de suspensiones de 5 días sin goce de salario a los primeros infractores, según de la Peña, quiene además afirmó que la situación fue solucionada y las operaciones retomaron su "ritmo normal".
Soluciones urgentes
Para mitigar el impacto y optimizar los procesos, Benavides indica que la necesidad más urgente es mejorar la infraestructura existente. Esto requiere no solo Planes Maestros de expansión para los puertos, sino también un marco legal sólido que facilite la interacción público-privada.
El investigador asociado de Fundesa también opinó que las medidas a futuro deben incluir inversión en muelles y atracaderos, el mantenimiento de los calados mediante dragados, la inversión en equipo de carga/descarga, y el rediseño de procesos para la atención de usuarios en el recinto portuario.
Estos son los datos de EPQ
En el caso de la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ), personeros de la entidad informaron que la carga contenerizada que arriba a dicha terminal, es recibida y atendida conforme a los tiempos programados para cada embarcación. "Estas operaciones se realizan de acuerdo con los itinerarios establecidos por las líneas navieras, que contemplan escalas en distintos puertos de la región", explicaron.
También aseguraron que está prevista la atención de 10 buques portacontenedores para estos días, "con los cuales se emplea el uso de grúas de tierra como equipos del propio buque, lo que permite mantener la operación en forma ágil", según la explicación proporcionada por el departamento de comunicación.
Actualmente, existen 614 contenedores listos para su retiro por parte de sus propietarios o agentes aduanales en EPQ, "sin embargo desconocemos el motivo por el cual estos no han sido retirados de Puerto", concluyeron.
